En sus palabras: “No tengo ningún tipo de filtro, no me cuesta nada decirle a cualquiera lo que pienso de él. No soy el tipo más paciente que te puedas encontrar”. El 20 de diciembre fundió a los Mavericks con 62 puntos en tres cuartos en los que dominaba a todos el equipo rival (62-61), la única vez que ha sucedido algo semejante desde que existe el reloj de tiro. Tuvo que probar tratamientos experimentales para las rodillas y jugó con lesiones de tobillo o con fracturas en dedos de la mano de tiro. Además, se convirtió en el primer jugador desde Michael Jordan en 1996 en promediar más de 30 puntos por partido en una temporada, además de liderar conjuntamente las estadísticas de anotación y de robos de balón. Además, desde su llegada a Memphis, colabora con el Saint Jude Children’s Research Hospital, al que acude siempre que viaja a la ciudad que le acogió al comienzo de su carrera NBA.
“Si tuvieras que hacer un equipo a partir de un jugador, sería él. Ha sido difícil separar a la persona del personaje: “Si me ves peleando con un oso, reza por el oso”. Primero el flirteo con los Clippers que acompañó a su divorcio con Shaquille y que acabó con la firma de una ampliación por siete años y 136 millones… al día siguiente del traspaso de Shaq. Todo lo que se ha dicho y se dice de Kobe no se dice sólo por los cinco anillos y no se dice desde luego porque un día metió 81 puntos o porque anotó más que Michael Jordan.
Michael Jordan, «en shock» por la muerte de su «hermano pequeño» Kobe Bryant. Ese final de trayecto recorrido por la gatera parecía una opción tan lógica que quizá por eso mismo no era conveniente apostar contra Kobe. Para el frente patriótico de debate baloncestístico quedó, para algunos todavía, el MVP de la Final de 2010. Hay pocos análisis limpios porque maridan en formato bomba atómica las filias y fobias con respecto a Pau Gasol y Kobe Bryant. Los reales y los que imaginaban los demás: en 2010 ESPN le rebajó hasta el séptimo puesto en su ránking de los mejores de la liga.
Y más si realmente pretende jugar hasta los 40 años. Kobe perdió finalmente el debate con Jordan pero consiguió que existiera el debate y que se pudiera sostener (al menos durante algunos años) con cierta legitimidad. Kobe como el go-to guy que necesitaba Gasol, éste como el secundario fuera de categoría sin el que no podría haberlo ganado todo el primero. Para digerir eso basta una llamada a esa realidad tan obvia como muchas veces esquivada: ambos fueron campeones dos años seguidos. La racha llegó a su fin en 1951, donde los actuales campeones perdieron en la final de conferencia frente a Rochester Royals.